Cuello de lana

Creo que el Veroño (esa nueva estación entre verano y otoño) ha desaparecido, tarde o temprano tenía que suceder, porque a pesar de que me encanta el buen tiempo a cada estación lo suyo.

Hace dos meses cuando el calor aun era sofocante, pase por la tienda de lanas de Raquel para ver ovillos de distintos colores y texturas para poder hacer nuevos proyectos. Como suele pasarme mis gustos pasan de un extremo a otro, pero para no equivocarme fui a lo seguro, cogí unos ovillos de la marca Katia en color crudo que son una delicia y en cuanto llegue a casa comencé con la labor que resulto super entretenida y fácil de hacer. La verdad es que alguna adolescente que otra ya me esta pidiendo que me ponga manos a la obra y haga más, pero hasta el momento parecía que no íbamos a necesitar este accesorio que a mi tanto me gusta. Después de dos meses guardado os enseño como me quedó.

Así que, simplemente espero que os guste.